En el episodio de hoy vamos a divagar sobre los factores que pueden decidirte o no a estar presente en redes sociales de manera activa. El ser o no ser alguien en las mismas.
Estar en redes sociales puede ser interesante para cualquier empresa, porque todo el mundo está ahí, pero luego puede interesar trabajarlas o no. Obligatorio no es, pero también es una oportunidad que no se puede dejar pasar.
Siempre decimos que hay que estar donde está la audiencia y es algo que parece sencillo. Pero ten en cuenta que cada red social tiene su propio lenguaje y las cosas se cuentan de una manera distinta.
El mayor inconveniente de las redes sociales es que no son tuyas, como sí lo es tu web. Es el lugar donde vas a atraer gente hacia la web, donde las reglas las marcas tú y nadie te va a banear ni a expulsar.
Quién no ha oído alguna vez de alguien a quien le han cerrado una cuenta en redes sociales o le han baneado. O, simplemente, cambian la manera de funcionar en la red social de turno y te descuadra todo lo que tenías hecho. Hay que jugar con sus propias reglas, porque ellos van a ganar dinero, no lo olvides.
Una web es un activo y las redes sociales son un canal de comunicación que vas a usar para traer tráfico a tu tienda, que sí es tuya. Son cosas complementarias.
Las redes sociales sirven para que la gente te vaya descubriendo poco a poco. Así por arte de magia no van a acabar en tu web. Eso no ocurre nunca, por si no lo sabías.
Dependiendo del sector al que te dediques, podrías estar en unas redes u otras. Una buena idea es abrir cuenta en todas solo para que nadie pueda usar tu nombre de negocio.
Después, hay que decidir en cuáles de ellas inviertes dinero y tiempo, que eso es otra cosa distinta. Ya sabes: dinero, colaboraciones, publicidad, etc. Mejor en una bien hecha, que en muchos y de mala manera tirando de sobrinos, cuñados y gente que va como pollo sin cabeza.
Al inicio es mejor elegir una al principio y trabajarla en exclusiva durante unos meses hasta que vaya rodada y puedas comenzar a expandirte en otra. Las redes son un traga tiempo brutal a la hora de crear contenido y mantenerlas. Por eso es mejor que comiences con una.
A la larga, se busca siempre que ese contenido que has creado sirva luego para otras redes sociales, reformado para las mismas. Así, al menos, tienes lo más importante hecho y gastarás menos tiempo vital en generar contenido. Una técnica muy Fenicier, como bien sabes.
Vamos, que tienes que buscarte la vida para automatizar los procesos o… apoyarte en nuestro servicio de Community Manager para sacarlo adelante (spam de valor off).
Además, vas a tener que realizar campañas para vender productos o servicios. La publicidad es publicidad. Podemos usarla para vender más o para que te conozca más gente.
Cuando queremos que más gente conozca nuestros contenidos, simplemente promocionamos publicaciones para que lleguen a más personas posiblemente interesadas en ese tema. No buscamos vender nada (si llega, pues mejor), eso hay que tenerlo claro.
La otra vía es querer vender un producto o servicio a través de un embudo de ventas, que también lo hemos tratado hace poco en el episodio El Convencedor. Alerta de spoiler: si no lo has oído aún: enlazar publicidad en redes sociales a un producto de tu tienda directamente, no funciona, salvo que sea la oferta de la muerte, totalmente irresistible, es decir, que vayas a precio y punto pelota.
Cada vez ponemos menos atención a la publicidad directa. Eso es así y no hay discusión que valga. De ahí que haya una tercera vía que mezcla las dos anteriores: la vía Fenicier.
La vía Fenicier consiste siempre en invertir en alcance orgánico de publicaciones y después hacer que la publicidad llegue a quien haya visitado previamente la web.
Si, además, logramos que la publicidad no lo parezca… la trampa perfecta en redes sociales. Todo aliñado con la táctica de vender sin vender.
Parece fácil, ¿verdad? Pues hay que diseñarlo bien para que funcione. Y se tarda tiempo, así que nada de creerse que va a ser de hoy para mañana. Meses. Ahora, cuanto antes empieces a hacerlo bien, antes sacarás provecho de esa inversión de tiempo y dinero.
El mayor problema que puedes encontrar en publicidad para redes sociales, es saber dónde está tu cliente. Y puede estar en la red que menos te esperas consumiendo contenido que le interese. Sí, también Tik Tok.
El caso es que hay que pensar si todo el esfuerzo y el tiempo va a ser rentable o no. Calcula el tiempo del que dispones y del dinero del que dispones. Tendrás que llegar a un equilibrio entre ambas cosas para poder rentabilizar tus redes sociales.
Pocos son los clientes que nos llegan que no tengan ya redes sociales abiertas a su manera. Y digo de aquella manera, porque hay personas que aún usan perfiles privados para sus negocios, mezclándolo todo.
Son redes sociales que han creado para sus negocios, con buenas ideas, pero que no tienen ninguna estrategia, como hablábamos antes. De hecho, el error más común es que generan contenido sin ningún fin, sin que la gente sepa que tiene que dar el siguiente paso.
De ahí vienen las desmotivaciones, el decir que las redes no valen para nada, que no traen ventas ni leads, etc. No lo van a traer, por supuesto, si están ahí cual corcho en la pared y no se trabajan a fondo y con la idea de vender.
Crear una estrategia de contenidos es lo primero que hay que hacer y saber para qué se va a crear cada tipo de contenido antes de hacer nada.
También hay mucha gente que nos pregunta por el tema de instalar la tienda en redes sociales. Teniendo en cuenta que aún no se puede pagar allí y que todo el alcance orgánico está muy capado, no le vemos la urgencia a hacerlo, la verdad. Mejor esforzarse en llevarse a la gente a comprar a la tienda online.
Vamos, que no nos fiamos ni un pelo de las tiendas en redes sociales y nos huele que, cuando se pueda pagar directamente en redes sociales, van a quedarse con una comisión…
El secreto de las redes sociales es dejarles siempre con ganas de más, atraerles a la web, donde esté preparada la trampa y el embudo de ventas con tu email marketing, tus llamadas o visitas, etc.
Como ves, es cuestión de buscar un equilibrio. Generalmente, nuestros clientes no tienen tiempo para gestionar las suyas o pueden hacerlo en parte y entonces se ahorran dinero de esa parte que no hacemos nosotros. Por eso en la web verás distintos planes de trabajo que se adaptan a ese equilibrio entre tiempo y dinero.
Lo que no te va a funcionar son las redes estilo sobrinity manager. ¡Ya sabes dónde estamos!
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