Bueno, este es un tema recurrente en el que insistimos mucho y al que poca gente presta atención, así que aquí venimos una vez más a insistir en la necesidad de definirlo para que todo lo que hagas a nivel de marketing valga para algo.
Así que hoy sacamos al general que llevamos dentro para explicaros este punto de otra manera.
No sacarás ventas de ningún sitio si tu mensaje no provoca que la gente se identifique con el mismo.
A la hora de comunicar, es fundamental que tus mensajes hagan énfasis en estos cuatro aspectos, que son los que machacamos con las empresas que nos confían sus estrategias de ventas:
Qué necesidad solucionas a los clientes, bien sea material o personal.
Qué miedos tienen los clientes (lo que piensa el cliente de sí mismo por no cubrir esas necesidades)
Los efectos secundarios de no cubrir esas necesidades (de cara al qué pensará el resto de gente sobre ese cliente)
Qué ganan comprándote a ti
De tal forma, que si atizas al personal diciéndole que sabes que le hace falta algo, porque sabes que tiene miedo de lo que sea, que el resto notará que le falta X y que se lo vas a solucionar, tienes el misil entrando por la ventana y haciendo que saque la tarjeta de crédito en un plis plas.
Luego ya es una cuestión de copy el hacerlo de manera sibilina para no ser demasiado descarados. Pero teniendo claros estos cuatro puntos, la generación de contenido es infinita y siempre atizando donde duele o azuzando sus deseos ocultos.
¿Que lleva tiempo? Pues sí. Más de un mes y es un trabajo que luego es continuo, porque siempre surgirán nuevas ideas que añadir al listado. Es la diferencia entre negocios que venden y los que no. Los que tienen una estrategia de ventas y los que no. Ya sabes dónde estamos.
