Mucha gente llevas sus propias redes sociales a solas en un acto de heroicidad, sin plantearse nunca nada porque básicamente no tienen tiempo para ello. Otras personas son conscientes de que no les están funcionando y están tirando ese tiempo de crear contenido a la basura.
Es ahí cuando nos solicitan una auditoría. Y para echar un cable a quienes quieran realizar la suya propia, traemos esta valiosa información.
Cuando realizamos una auditoría de redes sociales, algo que cada vez nos demandan más, tenemos que analizar el momento actual de las mismas. Para ello hay que reunir los siguientes datos:
Redes sociales actuales
Objetivos que te hubieras marcado anteriormente
Frecuencia de Publicación
Situación de la marca en general
Posibles errores que estás cometiendo
Resultados numéricos que podamos reunir de los últimos meses
Tener todos estos datos sería lo ideal, por eso es importante que, quien nos pide la auditoría tenga toda esta información disponible o nos facilite el acceso a la misma. Más que nada, por no ir guiándonos solo por nuestro instinto, que es muy fino, por cierto.
Las redes sociales tienen sus propias estadísticas donde poder mirar las cifras. Quizá no has caído nunca en controlar este tipo de datos, pero hay una herramienta española muy buena, que es gratis, y lo hace por ti: Metricool, aunque las estadísticas de las propias redes sociales son de gran ayuda si no quieres meterte en herramientas.
Si no hay objetivos que se hayan establecido en el pasado, que es lo normal, pues nos fijamos en las métricas más relevantes, como la evolución de los seguidores, del alcance y del engagement. Cositas de esas que nos dicen cómo respiran tus seguidores.
Vemos la evolución en los últimos meses para que nos de pistas sobre qué va bien y qué está fallando, incluso en momentos puntuales con subidas o bajadas muy destacadas.
La lista de seguidores es indicativa de una cuenta: ver si los seguidores son reales o comprados, si son gente interesada realmente, si sigues más que te siguen, si son seguidores sin contenido propio, sin foto, etc. Esto se hace para depurar la calidad de la comunidad que te sigue y trabajar solo con gente real que pueda llegar a comprarte.
Con el paso del tiempo es muy fácil saber quién viene diciendo que no tiene likes o interacciones, etc. pero no dice nada de cuando compró seguidores o usó tal bot para crecer. Ya hemos contado que a más seguidores más te capa Instagram el alcance orgánico, así que menos es más. Mejor pocos e interesados que muchos para nada.
Este análisis de los seguidores es importante para luego poder saber si los likes, comentarios, etc. son de gente real o son de bots. Herramientas como Hypeauditor o Socialblade ayudan siempre con esta tarea.
Entrando ya en el tema de los contenidos, es interesante ver los picos de subidas en cuanto a si fue por alguna campaña especial, una acción específica, algún influencer, anuncios o un tipo de contenido determinado.
Por supuesto, hay que revisar la estrategia que has seguido hasta ahora en tus redes sociales. Vamos, a ver si la has liado queriendo o sin querer, qué hay que mantener y qué hay que cambiar.
¿Tienes definido el público objetivo?, ¡estupendo! Si no, pues toca decirte que hay que hacerlo. Tienes una ficha en este enlace para ayudarte a definir tu cliente ideal y hablamos de ello en nuestro podcast y en la sección redes sociales tienes una ficha para ayudarte.
Aquí hay que tirar de estadísticas o herramientas para ver si las edades de tus seguidores actuales coinciden con las de tu cliente ideal. Lo mismo con localidades, sexo, etc.
Cotillear a los seguidores también es importante para ver qué podemos sacar de sus fotos, si siguen a otras marcas, etc. Esto completará la ficha de nuestro cliente ideal con los datos generales que vayamos sacando de ello. Si los seguidores son gente implicada contigo, se les puede pasar una encuesta para recabar datos, pero cuando nos llaman a nosotros es por falta de todo ello.
Otro paso que daremos será revisar el tono que usas en redes sociales:
Cogemos unos cuantos posts al azar y vemos qué inspiran sus textos y diseños y si coinciden con la estrategia. También se les puede preguntar a los seguidores a través de las encuestas de las propias redes sociales. Este punto es mejor siempre que lo haga alguien que nunca haya visto tus publicaciones para evitar contaminación mental.
Hay un truco que usamos: coges un post y un texto tuyo y te lo imaginas en la cuenta de un competidor y al revés. Si encaja, es que no te estás diferenciando de tu competencia. Eres una cuenta más del montón.
Habrá que definir qué inspiran tus textos actuales y qué querrías inspirar realmente.
El siguiente escalón es ver si interesa lo que muestras en redes sociales o no. Importante, ¿verdad? Interacciones al poder. Ver si los contenidos para cada red social están adaptados a la misma.
¿Qué te está funcionando mejor? ¿Sobre qué tema hablas que interesa? Habrá que ver qué áreas de tu negocio, qué temáticas son las más atractivas.
Por lo tanto, quizá haya temáticas que haya que eliminar y habrá que definir temáticas nuevas con las que poder probar en las distintas redes.
Después de todo este análisis interno, conviene también que echemos un vistazo a los factores de influencia externos:
Veremos si la web funciona bien y si las redes están conectadas y a la vista (y no escondidas abajo del todo).
Si el blog ha cambiado sus contenidos o días de publicación y atrae menos a la gente.
Comprobaremos si los recursos que tienes en la web gratis para la gente se descargan correctamente o las automatizaciones de correo hacen su trabajo.
Si hay nuevas redes sociales que puedan interesarnos.
Comprobar si el amigo algoritmo ha cambiado y puede afectarnos.
Importante es analizar a la competencia seria, claro. Podemos analizar sus datos y sus contenidos: de qué hablan, qué temas les funcionan y qué podría funcionarnos a nosotros. Cómo hablan con los usuarios y dónde. Vamos, pulirles el trabajo.
Actualmente, estamos enfrascados en varias auditorías y asesorías con clientes que han espabilado y se han cansado de generar contenido para nada en sus redes sociales. No digo nada y lo digo todo.
Ahora que ya sabes qué es una auditoría de redes, al menos, ponte a hacer la tuya o llámanos. Deja de perder el tiempo.
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