Últimamente, ha habido feniciers que nos han preguntado qué es una landing page y también da la casualidad de que estamos diseñando alguna que otra por ahí. Así que hoy vamos a contaros qué es y para qué sirve. Vamos, que seguramente luego quieras una.
Una landing page es una página, y sólo una página, que está optimizada para convertir. Su función es capturar información sobre los visitantes para poder convertirlos en futuros clientes, es decir, se convierten en un lead.
Nosotros a las landing page les llamamos “el convencedor”, para que vayas haciéndote una idea de cuál es su función real.
Sus datos se capturan a través de formularios, generalmente, o de un CTA o llamada a la acción, que puede ser un botón de enviar o un botón de compra.
Hay varios tipos de landing page:
- Las que están dentro de una web, aunque no aparezcan en el menú de navegación
- Las que están fuera de la web, con su propio dominio
En una landing la idea es que nos dejen un email (no hace falta ni nombre), su teléfono o Whastapp, una dirección física, el perfil de usuario de redes sociales, etc. Esos datos son el inicio de cualquier embudo de ventas online.
Si de lo que se trata es de una landing de ventas y hay dinero de por medio, es importante generar confianza y, para eso la landing page tiene que tener ciertos elementos que veremos a continuación.
Si la landing solo es el inicio del embudo de ventas, la solicitud del mail irá conectada a una campaña de email marketing que sea la que coma cabezas por ti para finalizar en una venta.
En este punto, es importante recordar que cualquier tipo de publicidad que hagas online es mejor redirigirla a un convencedor que a la tienda directamente. Ya le vas cogiendo el punto de por qué las llamamos así, ¿verdad?
Mucha gente se pone a hacer publicidad en redes sociales y no vende ni a sus colegas. Un enlace directo al producto en la tienda no sirve para nada. ¿Por qué no funciona? Porque la mayoría será la primera vez que oye hablar de ti y no tiene por qué fiarse de nada de lo que pongas en tu web.
Por eso es importante que aterricen en el convencedor o landing de turno para abducir sus mentes, para acelerar el proceso de generar confianza.
Ese tipo de páginas tienen una estructura muy simple a nivel de diseño, porque queremos que la gente se centre en el mensaje y no se nos despiste.
En primer lugar, debería haber una presentación para poner a la gente en contexto. Breve y al grano. Ya sabes: microcopy al poder.
Por supuestísimo, tiene que haber un formulario. Cuanto más conciso y con menos casillas, mejor. Con que suelten el mail, ya es bastante. A más fácil, menos rozamiento mental para la gente. El formulario tiene que tener casilla de validación y aceptación de la política de privacidad (si es posible con doble aceptación).
En el caso de que tenga que haber listas o columnas, bien espaciadas y como mucho en 2 columnas.
Muy importante el tema de que haya un vídeo de presentación de los beneficios del producto o servicio, qué gana la gente. Vender sin vender, ya sabes. Olvídate del ego y habla de los problemas o necesidades que solventas.
En este cocktail de venta del convencedor, por supuesto, tiene que haber testimonios, reseñas o casos de éxito. La prueba social es fundamental hoy día para comprar cualquier cosa. Aunque sean inventadas.
Hay landing page que incluyen preguntas frecuentes de la gente, cuando la cosa se complica y hay que lidiar con objeciones que son comunes. Es una manera rápida de superarlas sin tener que estar respondiendo mails o mensajes. Agilizando que es gerundio.
También verás landings que ponen estadísticas o resultados conseguidos, número de clientes, etc. Esto ya va a depender del tipo de producto o servicio y de tu negocio. Cuestión de mirarlo. Es también una prueba social como las reseñas, vamos, que si tantas personas han comprado, será porque son de confianza y no me van a estafar a mí solo.
Es conveniente también que haya enlaces a redes sociales y que la política de privacidad y demás esté bien visible para generar más confianza, sobre todo, cuando hay compra de por medio.
Por supuestísimo que la landing tiene su propio SEO, aquí no se desaprovecha nada, pero no es su misión principal la de posicionar, sino de ser la pista de aterrizaje de la publicidad.
Si yo en redes sociales veo un anuncio de un perfume típico, le daré al dedito y pasaré a otra cosa. Pero si veo un vídeo o un anuncio en el que me digan que en el enlace voy a encontrar el perfume definitivo y una sorpresa… es probable que mi curiosidad innata me haga hacer clic y acabar en una landing page donde me laven el cerebro y acabe comprando compulsivamente.
Y este proceso sirve para cualquier cosa. Cuando hacemos publicidad de automóviles, las marcas ya tienen landings preparadas para cada oferta y cada vehículo en especial. ¿Por qué será? Y lo primero que te piden es el mail. Saben que todos abrimos el mail una vez al día y es un arma de ventas definitiva. De esto ya hablamos en el episodio sobre email marketing, no nos vamos a repetir como el ajo.
Como ves, si diseñar una web requiere de experiencia y habilidad para conjugar el espíritu del negocio con un diseño, diseñar una landing requiere de ser muy fenicier y saber vender sin vender. ¿Quién dijo que vender en Internet era fácil? Con tanta competencia, no lo es.
Los convencedores se pueden usar a discreción y tenerlos creados y ocultos para cuando hagan falta. Por ejemplo, hay clientes que tienen landings creadas para Black Friday, San Valentín, etc. y que con el paso de los años consiguen posicionar por sí mismas, ya sabéis lo que digo siempre del burro y de ligar.
Si te están dando ganas de tener una landing page para cualquier cosa, no te vayas emocionando y creyendo que va a ser coser y cantar. Espero que tengas una estrategia para darle uso, porque “ir pa ná” no merece la pena.
Para lo último de todo hemos dejado lo más llamativo: el botón de compra o de llamada a la acción (CTA en marketing). El botón mágico de compra o de enviar datos. Por descontado, que se tiene que ver bien y tiene que llamar la atención a nivel de color.
Pero también puede tener un texto llamativo que no sea el de “comprar”, “compra ya”, etc. sino del tipo: la solución aquí, clic a tu nuevo yo, motivación ON, lo quiero ya, me lo merezco, ya siento el calor, etc. Todo va a depender del producto o servicio a colocar al personal.
Vender es jugar. Cuanto más juguetón o juguetona seas, más venderás. Y si usas un buen convencedor (término que habrá que registrar), todavía mejor. Vamos, que es como tu comercial de toda la vida, pero digital.
Esperamos que ahora sepáis qué es una landing page y cuáles son sus usos feniciers. Así que, cuando nos pidáis una y queramos cobrar por ello, sabréis su verdadero valor.
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