En la era de lo visual es vital que las imágenes que aparezcan en la red estén cuidadas y respondan a los objetivos para los que fueron tomadas.
A menudo, las imágenes que aparecen en pantalla so son exactamente iguales a las que sacamos. Es como si algunos píxeles se hubieran esfumado por el camino. Y, por otro lado, los píxeles supervivientes ocupan demasiado espacio como para subirlos a una web, ya que los visitantes de la misma (y clientes potenciales) odian las largas esperas de carga.
De ahí surgió el dilema de la optimización de imágenes en Internet: ¿cómo dar con el equilibrio justo entre peso y calidad sin ralentizar la velocidad de carga de tu web?
Optimizar por necesidad
¿Alguna vez te has planteado lo que ocurre dentro de tu ordenador mientras navegas por Internet? Pues, básicamente, el navegador de tu ordenador o de tu móvil necesita descargarse hasta el último archivo de cada web que visitas para poder mostrarte las webs en pantalla. Eso significa que cuanto más grandes sean los archivos que subas, más se ralentizará la velocidad de tu web. Una web lenta es lo peor que se puede tener, tanto para el SEO (a Google le encantan las webs rápidas) como para la experiencia de navegación del usuario. Hay que tener siempre en cuenta que el visitante medio no suele tener mucha paciencia. De hecho, el 40% de la gente abandona una web que tarda más de 3 segundos en cargarse.
Por otro lado, tenemos los móviles, que suponen más del 50% del tráfico por Internet actual. La red móvil es menos rápida que la de casa, por lo que las imágenes tardarán más en cargarse, además de consumir muchos datos.
¿Cuánto reducir una imagen?
A día de hoy se utilizan, sobre todo, dos técnicas para optimizar imágenes para webs. La primera es la compresión de las mismas. El principio es simple, dentro de su complejidad técnica: el software detectará la información redundante de las imágenes y la eliminará. Esto reducirá drásticamente el peso de la imagen. La web se cargará mucho más rápido, sobre todo si se hace con todas las imágenes y se utiliza un coeficiente alto de compresión (JPEG).
El problema es que la compresión acaba con muchos datos valiosos, así como con pequeños detalles que no pasarán inadvertidos para un aficionado a la fotografía, aunque sí para el gran público. Este método es válido para la mayoría de las webs: hoteles, blogs, tiendas online, etc. pero no para galerías fotográficas profesionales.
¿El tamaño importa?
La mayoría de las cámaras de hoy día sacan fotos en alta resolución. Cualquier cámara saca fotos a 4290 x 2800 píxeles sin problema. A más resolución, más peso. Y aquí entra en juego el segundo método de optimización: la reducción del tamaño sin tocar la calidad.
Una técnica inteligente, aunque no del todo convincente. ¿Quién puede decir cuál es el tamaño ideal para Internet? Los navegadores y los dispositivos muestran las imágenes en distintos tamaños dependiendo de la pantalla en la que las veamos. Incluso las imágenes de tu web puede que no se correspondan con las exigencias de Facebook o Instagram, o al revés.
La reducción de tamaño dará problemas con las pantallas grandes, así que tampoco soluciona del todo el tema de la optimización.
¿Cuál es la mejor manera de hacerlo?
La idea es encontrar el equilibrio ideal para tu web. Por un lado, necesitas mostrar los detalles de tus productos o actividades. Por otro lado, necesitas que las fotos no sobrecarguen la web.
Nuestras webs utilizan avanzados algoritmos para alcanzar el mejor equilibrio entre ambas necesidades. Un problema que nos evita, y a nuestros clientes, tener que pasar tiempo probando distintas combinaciones. El algoritmo lo hace todo por nuestros clientes. Sólo hay que subir las imágenes y lo hace todo él solito. De hecho, detecta el tamaño de pantalla y la mejor resolución a mostrar para cada imagen, asegurando así el mejor equilibrio entre velocidad y calidad.
Para imágenes a pantalla completa, tipo paisajes o retratos de alta calidad, recomendamos subir imágenes de 3000 px en su lado más corto y con un máximo de 15MB. Para que os hagáis una idea de los máximos…
Para el resto de imágenes, con 2000 px en su lado más largo, vale. Aparecerán perfectamente en cualquier dispositivo y no ocuparán más de 1MB. Además, contamos con software para adaptar cada imagen a cada una de las redes sociales para que nada se quede fuera.