-¿Qué tal la pandemia?- -Uy, nos va de maravilla -💀😡🤬
¿Crees que a todo el mundo le está viniendo mal esta pandemia? Es una crisis que ha afectado a sectores concretos, pero hay gente dispuesta a gastar dinero en productos y servicios. Nuestra misión: de tu cartera a tu bolsillo sin pasar por el mercadillo.
En el mercadillo, para vender, además de gritar a lo hooligan, vende quien consigue que más gente le mire a uno a los ojos y más palabras por segundo y muestras de mercancía enseñe... en los 10 segundos que aguantará la atención del que pasa por delante.
En la venta online ¡Ojo! la gente no compra un producto, compra la sensación que le provoca comprar ese producto. Y hasta que no te entre esto en la cabeza, no venderás nada, por mucho que grites (publicidad hagas o posts publiques de tus productos).
Si tu actitud es llorar y quejarte, prepárate a cerrar el negocio irrevocablemente. El error ahora es frenarse y no dar un pasito para adelante, siempre y cuando estudies la estrategia a seguir. La gente que quiere vender online cree que es fácil ir a precio, pero no lo es tanto. Sólo una minoría puede hacerlo.
La idea es diferenciarse en todo lo posible. Una venta tiene que ser una experiencia para que la gente apueste por ti. La comunidad hay que cuidarla, bien sea en redes o que abras un canal de WhatsApp, Telegram, un grupo de Facebook, Instagram, etc., aunque tengas solo 20 personas.
No pienses solo en la venta pura y dura. Para vender lo menos importante es vender. Tienes que ofrecer contenidos interesantes relacionados con tu sector, asesorías gratis, atención detallada, etc. Y luego añadir, poco a poco, a más gente a tu comunidad, esté donde esté localizada. Humanizar la venta es indispensable.
Una de las preguntas que más nos hacen es: ¿primero redes sociales o web? Hoy día es un todo. La gente pasa de un lugar a otro según le sea más cómodo en cada momento. Un ejemplo: la gente se va directa a las stories de Instagram para ver los cambios de horario de un negocio, ya no lo hacen en Google.
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