Las Redes Sociales de una empresa no son ningún juego. Pero sí hay que sabe jugar a su "juego", valga la redundancia.
Por ejemplo, para estar en Instagram, juega a Instagram. No estés por estar. Acepta las normas sociales. Lo mismo vale para cualquier red social. En las stories de Instagram no puedes poner los vídeos de YouTube, porque sus fines son distintos.
La estrategia de comunicación de una empresa tiene que adaptarse a lo que hay. Para estar en Instagram hay que tener contenido visual, perder tiempo en poner stickers en las stories, etc. Estás publicando para la gente que le gusta Instagram, no para ti. Instagram se ha convertido en lo que es gracias a la gente que lo ha ido usando así.
Un contenido para cada red social y una red social para cada contenido. Cada red tiene su propio tamaño de imagen. Se puede transmitir el mismo mensaje en los distintos formatos de cada red social y adaptándolo a cada "juego".
Hay que centrarse en la red social que interesa de verdad para el negocio. No pidas subir en seguidores o engagement si estás por estar o no hay contenidos específicos para cada red social. Para ello hay que gastar tiempo y recursos.
Hay que adaptarse a las normas sociales desde el punto de vista del uso de los usuarios. En las webs, por ejemplo, el contacto siempre está a la derecha del todo del menú y abajo en el footer, está el mail de contacto. Cambiar todo esto genera rechazo, por lo que ir a ser el súper revolucionario en una red social no funciona. Las cosas funcionan como funcionan. Lo mismo que se aplica a la usabilidad de una web, se aplica a las redes sociales.
Es común caer en el error de pensar que una red social la puede llevar cualquiera... Como decimos siempre, si quieres algo barato, hazlo tú mismo. Si quieres que funcione, llámanos.
