Google absorbe a los especialistas en SEO a la hora de escribir en blogs y webs. Tener un SEO que sepa escribir para las personas es un tesoro.
Cada día nos llegan webs nuevas para analizar que pueden tener mejores o peores diseños, pero que coinciden en tener textos de cuando reinaba Carolo.
En el episodio Plumilla Digital ya hablamos un poco del tema de los textos. Hoy volvemos a hablar de Copywriting, de los textos, pero relacionado con el SEO. El arte de persuadir a la gente, pero también a Google y a los algoritmos de redes sociales en tu blog, newsletter, web, landing page, etc.
Su misión es transmitir ideas, persuadir a la gente para que haga algo que queremos que haga.
El SEO y el copywriting han de ir de la mano. Google decide si una web le gusta para ponerla de las primeras y los usuarios le dicen a Google si una web responde a sus búsquedas o no.
¿Cómo los usuarios hablan con Google? Pues cada vez que buscas algo en Google, entras en una web y vuelves al navegador para buscar en otro lado, ha tomado nota que no te ha satisfecho lo que te ofrecía esa primera web. Y toma nota de la web que ha hecho que te quedes dentro.
Por lo tanto, todo ha de estar centrado en el usuario. Menos palabras clave y más contenido útil. Tiene que haber un equilibrio entre ambas cosas.
Por un lado hay que ver qué palabas clave hay que integrar en el texto. Por otro lado hay que ver qué está buscando el usuario a nivel de contenidos. Hay que dar respuesta a la búsqueda del usuario sobre un tema concreto y ahí meter las palabras clave relacionadas con el tema.
Para ello hay que investigar sobre un sector en concreto, para que a la hora de escribir las palabras clave salgan solas, de forma natural.
Hay gente que primero escribe el texto y luego empotra palabras clave, o las mete todas en el primer párrafo. Poco natural queda eso. Un error muy común en los editores de texto de inteligencia artificial.
Esa falta de investigación previa es el mayor error que vemos hoy día en la mayoría de las webs que han intentado cambiar sus textos por sí mismas, metiendo a capón palabras clave sin usar sinónimos de las mismas para enriquecer el campo semántico, el texto en sí.
Si el usuario no encuentra respuesta a lo que busca en tu contenido no se va a cortar ni media en irse a otra web a buscarlo (ya hablaremos de esto en otro episodio). El caso es que esto es lo peor que te puede pasar según san Google.
A la hora de escribir, hay que generar contenido para la gente que no sabe que tiene la necesidad que tú resuelves, para la gente que está decidiendo si tu negocio u otro le va a solucionar su necesidad y para quien está casi a punto de comprarte a ti. Este error se ve mucho en las webs de afiliación de Amazon, que solo piensan en quienes están listos para comprar.
Tu página web es un escaparate. Tienes que dirigirte al visitante sin peros. Hay webs que parece que les da miedo hablarle a la gente y no tienen ningún tipo de comunicación con el visitante. Y ahí pocas palabras clave tienen cabida. Hay que vender sin vender.
Las empresas tienden a hablar de ellas mismas y todo lo que ofrecen. Hay que bajarse y hablar directamente al usuario y pedirle que compre o que haga algo. Y si somos capaces de hablar en primera persona del singular, mejor: quiero comprar, lo quiero, etc.
El texto es tu carta de presentación. Lo complicado es mezclarlo con el SEO.
Cuando escribimos para un cliente que nos trae unas palabras clave determinadas, nos gusta vernos las caras y conocernos para ver cómo habla y por dónde respira, hasta dónde podemos llegar con los textos y nuestro estilo Fenicier. Quizá no usemos todo lo que nos trae y descubra que hay otros términos mejores.
La gente piensa que el copy no es necesario en las páginas meramente informativas, pero la cosa cambia mucho cuando lo incorporas. Las páginas informativas son muy de SEO, obviamente, pero humanizarlas siempre funciona, aunque no es necesario, cierto. La idea es que la gente se sienta cómoda en tu web… o no, que conectes más o menos.
Quien nos conoce, ya sabe que somos un poco sinvergüenzas y siempre nos gusta relajar el tono del texto para conectar con el usuario, que está harto de ver telediarios. Otra cosa es que nos dejen, claro. Y que conste que hemos escrito para funerarias.
Cuando algún valiente nos encarga sus textos, nos tiene que contar todo sobre su negocio, pretensiones, objetivos, etc. Y tenemos que ver cómo respira. Además, hay que analizar a la competencia, tanto en webs como en redes sociales.
A la hora de reescribir una web, mejor empezar por los servicios, luego la sección nosotros y por último la home, que es el resumen de todo lo anterior, aunque este orden puede cambiar según las prioridades.
Como consejo, cuando hables de tus servicios, hay que saber qué resuelven los mismos, que muchas veces ni el dueño de la web lo sabe. Ahí nos toca bombardearle con preguntas para poder encontrar qué resuelven realmente a la gente. El error es pensar que la gente entiende lo que haces. Esto que no se te olvide.
Una vez que tenemos la investigación hecha, entra a jugar el SEO y el diseño web. Sacamos el juego del Tetris y comenzamos a encajar las piezas, siempre con café y pasteles para que reine la paz.
Desde Santurce a Bilbao, consejos traigo por toda la orilla…
Así como ayudita, si quieres hacer títulos atractivos con una palabra clave, puedes usar esta fórmula Fenicier (2 de cada 10 usuarios inocentes caen bajo el influjo de la misma):
Usa un número raro / pronombre interrogativo + adjetivo + palabra clave + promesa.
p.e. 11 claves imprescindibles para ganar dinero con un blog
Las preguntas funcionan siempre muy bien porque de forma inconsciente el cerebro intenta resolverla. Con eso ya has hecho que se fijen en el contenido.
En las páginas de producto, por favor, no poner el texto del fabricante con un título con el modelo y a correr. Vale que no te vas a inventar un título para cada producto, pero ponle un adjetivo que lo describa, que ya hace algo, que el título SEO ya está para ser soso.
Textos simples, sin adornos, cortos y que solucionen problemas. Para todo lo demás, lee El Quijote.
