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Duración de las visitas en la web

¿Cuántas veces has enseñado tu casa a las visitas? ¿Y cuántos cafés les has puesto? Pues en la web hay que hacer lo mismo.


El tiempo que pasa la gente en tu web es muy importante para Google. Le indica si tu web responde a sus necesidades o no (aunque lo haga).


Lo suyo es conocer a quien invitas a casa, ¿verdad? Pues aquí hay que hacer que sólo el público adecuado acabe en la web (conocer tu Buyer Persona ayuda), bien sea por tráfico orgánico, por publicidad o por que venga de redes sociales.


La razón de invitar solo a cierto tipo de gente es sencilla: el maldito “pogo sticking” y la tasa de rebote. Digamos que, a Google, todo aquel que esté menos de minuto y medio en la web es que no ha visto satisfecha su búsqueda y eso te quita puntos de posicionamiento. Así que mejor que llegue sólo gente interesada, ¿verdad? Lo peor que te puede pasar es que la gente llegue a la web, se salga y entre en la de la competencia.


Una vez que hemos logrado atraer a gente interesada en pasar un rato en nuestra web, hay que hacerles la visita amena y útil. Ya sabes: la gente va a lo suyo. Veamos cómo hacer que se queden más tiempo:


  • Tener una web ordenada y coherente, que haga saber a la gente dónde está de primeras (las plantillas no suelen encajar bien en este punto). Los contenidos deben estar bien organizados y hay que quitar todo lo superfluo, por mucho que guste el estilo Barroco a algunas personas.

  • El diseño es fundamental: colores y fuentes adecuadas a tu imagen corporativa. Un diseño que refleje los valores de tu negocio y tu personalidad.

  • Una web limpia es fundamental: el ojo odia las aglomeraciones y se estresa rápido. Contenidos ordenados, no sobrecargados y espaciados para dar margen de maniobra a la vista son fundamentales. Fuera todo lo que distraiga.

  • Cuida que todo funcione correctamente. Qué malo es pinchar en un lugar que no va a ningún lado o que aparezca la página 404 de error. Peor es que no funcionen los formularios o los reproductores de vídeo. Ojo al detalle.

  • La página de inicio tiene que hablar el mismo lenguaje que tus clientes, dando la bienvenida y con textos sencillos, sin rollos y siempre interpelando a los visitantes con llamadas a la acción. Las visitas ya investigarán por sí solas en la web lo que busquen, que no son tontas.

  • Obviamente, no queremos que las visitas esperen en la puerta de la casa demasiado tiempo, no vaya a ser que se piensen que no estás en casa, así que la web tiene que cargar lo más rápido posible.

  • Una vez dentro, el menú tiene que ser intuitivo. Los menús clásicos de navegación son lo más seguro en la versión de escritorio. Experimentos los justos. Un buen enlazado interno entre páginas favorece el posicionamiento.

  • Sé que, en tu afán de ayudar, se te puede ocurrir poner enlaces que vayan fuera de tu web. ¡Error! Nada de distraer a los invitados.

  • Hora de entretener a las visitas: el contenido tiene que ser útil y variado. Aquí contar historias y ofrecer información relevante es lo que hará que se queden con ganas de más. A ser posible, combinando textos, imágenes fijas y vídeos. Que se te vaya quitando de la cabeza que tu contenido sea publicidad directa de tus productos o servicios.

  • Demostrar que sabes de lo que hablas, que eres profesional o especialista, es lo que más confianza da a la gente. Si ese conocimiento eres capaz de transmitirlo de forma amena a la gente que visita tu web, volverán y tu autoridad y prestigio profesional subirán, pero también la autoridad de tu web ante Google. Y lo más importante de todo: si te gusta lo que haces, la gente lo notará.

Nos tienes a tu disposición para asesorarte a nivel de contenidos, ayudarte con tu buyer persona y tu estrategia general de venta. Contáctanos y empezamos a poner orden en casa.



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